TAMPA - La vida para el reconocido empresario de origen cubano Miguel 'Mike' B. Fernández no ha sido fácil. Es más: ha estado llena de obstáculos y pruebas que lo hicieron madurar más rápido que ninguno y lo dotaron, a la vez, de un gran sentido de responsabilidad y constancia. Así ha sido en cada proyecto en el que se ha aventurado en todos los años de su vida.
Vayamos a los hechos: Fernández, de 66 años, ha sobrevivido a dos infartos y un cáncer de pronóstico reservado. También a más de cuarenta saltos en paracaídas durante la guerra de Vietnam, a dos tobillos rotos y a un exilio forzado desde Cuba que inició, de la mano de sus padres, el día de Navidad de 1964.
Por eso y más, Fernández tiene muchas razones para compartir su historia y experiencia de vida como hispano, hombre de negocios, esposo y padre de cinco hijos.
"Es un gran honor representar a todos los latinos en este país. No solamente a los que estamos viviendo en Florida hoy en día", dijo Fernández en una entrevista con CENTRO Tampa desde su oficina, en Coral Gables. "Es importante que sea así, sobre todo ahora y en un momento en el que muchos políticos tratan de pintarnos de otra forma".
Fernández será el invitado especial del evento Latinos Unidos, organizado por el Consejo Hispano del Alcalde de Tampa. La jornada contará con la asistencia de reconocidas figuras públicas y privadas del área de la Bahía. El evento se realizará a partir de las 11:30 a.m. el 8 de mayo en Armature Works, ubicado en 1910 N. Ola Avenue, para recolectar fondos que van dirigidos a becas para estudiantes latinos.
Fernández es director ejecutivo de MBF Healthcare Partners, LP. y pieza fundamental en el desarrollo de millonarios negocios desde el sur de la Florida en un amplio abanico de oportunidades de inversión, incluyendo bienes raíces, tecnología y el mercado de la salud, entre otros.
En años recientes, y sumando a su larga trayectoria como promotor de negocios e inversiones estratégicas, Fernández también ha dedicado esfuerzos para ayudar a los jóvenes de la isla y fomentar el sentido empresarial en las futuras generaciones. Una de estas iniciativas es el despegue de la Fundación Cuba Emprende, que enseña a las personas a cómo iniciar y administrar pequeñas empresas para crear un sector privado e independiente del control gubernamental.
En otro renglón de actividades y esfuerzos dedicados a la comunidad, Fernández fue la semilla que dio origen a la fundación del Fondo IMPAC. La iniciativa aglutina esfuerzos para proteger los derechos de las personas y familias migrantes, así como también respalda las posturas y directivas de líderes empresariales, activistas y representantes de gobierno que apoyan decididamente las contribuciones de los inmigrantes en sus comunidades y a nivel nacional.
"Proteger la frontera es importante, pero este país, más que ninguno, se ha beneficiado por una migración de más de 250 años. Pintar a los inmigrantes como criminales es mentira", sostuvo Fernández. "En Florida más del 20 por ciento es inmigrante. Nosotros hacemos negocios, creamos empleo. Es una lástima que otros piensen lo contrario"
Fernández ha recibido numerosos honores y condecoraciones por sus cruzadas humanitarias y esfuerzos por generar una mejor vida para los menos favorecidos. En la lista de reconocimientos se incluye un Doctor en Letras Humanas, Honoris Causa, otorgados por la Universidad de St. Thomas y la Universidad de Loyola en Maryland, así como también un Asociado en Ciencias Honoris Causa del Miami Dade Community College.
Honesto y sencillo, Fernández se mostró absolutamente entusiasmado con la idea de poder compartir sus experiencias y decirles a los jóvenes que nada es imposible de alcanzar con esfuerzo, dedicación y compromiso.
"La vida me enseñó una lección. Hay que aprender de las dificultades porque enseñan y porque nos definen quienes somos en el mañana", dijo Fernández.
En ese camino recordó la época en la que tuvo que dejar Cuba a los 12 años de edad y aterrizar en un país del que no había escuchado mucho porque su vida en Manzanillo, en el oriente cubano, era su foco de atención, junto con los amigos, la escuela y la vida sencilla que aprendió a llevar por el ejemplo de sus padres.
"Nosotros salimos en la Navidad de 1964 y no sabíamos el lugar en el que iba a aterrizar el avión que nos llevaba fuera de Cuba. Fue hablando con los guardias de inmigración que nos dimos cuenta que habíamos llegado a México. O sea que en estos días cuando se habla tanto de la inmigración ilegal en este país, puedo decir que yo sé cómo se siente eso, porque fui un inmigrante ilegal", recordó Fernández.
Convencido de que las dificultades están para ser superadas Fernández relató que su primer trabajo en Miami después de haber estado en la guerra de Vietnam y vivir un tiempo en Nueva York consistió en vender, puerta a puerta, seguros de vida. Luego, explicó Fernández, se fueron dando oportunidades de negocios que lo llevaron a descubrir habilidades y personas con las que no solo entabló amistad, sino que también fueron un impulso importante en el desarrollo de su negocios.
"A los cuatro años de estar vendiendo seguros y con 27 años de edad, vendí un negocio de servicios informáticos a una agencia de seguros. Fue en el año 1985. Después vino otro negocio y otro y otro. Ahora son 25 que les ha ido muy bien, porque dos murieron en el proceso", dijo Fernández.
En la lista se incluyen empresas y corporaciones como Physicians Healthcare Plans, CAC Medical Centers, Prescribeit Rx, CarePlus Health Plans y las populares farmacias Navarro en Miami.
Pero en el camino Fernández nunca ha dejado de preocuparse e interesarse por la gente desposeída. De hecho, en los últimos 20 años, ha contribuido con más de $ 100 millones a causas benéficas. Mucha de esa sensibilidad y amor por el prójimo vino de superar emociones y hacerse fuerte pesar de haber abandonado Cuba con la certeza de que el regreso se hacía cada vez más difícil con el establecimiento de un régimen comunista en la isla.
Fernández todavía recuerda el temor a lo desconocido en la mirada de sus padres, don Mario y doña Lieva, quienes actualmente tienen 93 y 86 años, respectivamente.
"Definitivamente fue un momento difícil para mis padres porque yo tenía solo 12 años en ese momento. Pude ver en los ojos de ellos el miedo y el temor por la manera en que nos tomaban con fuerza de la mano. Era un viaje peligroso porque no sabíamos qué iba a pasar", aseveró Fernández. "Por eso tengo una gran admiración por mis padres por todo lo que se sacrificaron para seguir adelante y verme a mí y a mi hermana triunfar en la vida. Sé que no les he fallado porque Dios me ha dotado con la habilidad de crear negocios y generar empleos para muchas personas en este país".
Hombre de sonrisa amplia y carácter afable, Fernández dijo que en la vida el mejor secreto para saber llevar el día a día es saber sonreír y estar agradecido con cada momento.
"Por eso mi doctor siempre me dice que siga sonriendo, porque eso me mantiene más vivo", puntualizó Fernández sin perder el buen sentido del humor. "De hecho le puedo platicar que cuando me operaron de cáncer, hace unos años en Detroit, el cirujano me pidió que hablase unos minutos con unos de sus pacientes que había sido operado y que estaba algo deprimido, porque yo seguía como si nada y no paraba de hacer chistes".
Sobre su éxito empresarial y fortuna en las inversiones realizadas, Fernández indicó que las personas deben salir a buscar oportunidades y hacer todo lo que uno desea con pasión y sacrificio.
"Uno no puede quedarse en casa esperando hallar el trabajo mágico", dijo Fernández.
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Latinos Unidos
Dónde: Armature Works (1910 N. Ola Avenue)
Cuándo: Miércoles 8 de mayo. Hora: 11:30 a.m.
Costo: $75 por persona.
Info: 813- 274-8252 o Tampagov.net/hispanic-advisory-council
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