Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
Amados Hermanos de Luz: Para saber formar, educar es imprescindible.
El comportamiento humano trae en sí reflexiones.
Después de muchos años dedicada al trabajo de formación, promoción y difusión de proyectos educativos y reflexivos - que generan propuestas que conllevan a cambio de actitudes, comportamientos y desarrollan la conciencia-, se reciben conocimientos que nos hacen seres completos.
Se require la educación necesaria para saber distinguir entre lo aprendido en las aulas y el desarrollo de la percepción que resalta a la conciencia.
En mis reflexiones he aprendido de las deficiencia de algunos personeros de la educación, de la gerencia, del existir. Los mismos pueden dar una clase magistral, preparada con mucho tiempo y dedicación, pero son deficientes en la conexión humana, espiritual (no me refiero a religion alguna) sino a la esencia del hombre en su andar.
Lo que nunca puede ser limitado es la superación de la vida para entender nuestra misión o misiones.
Las relaciones humanas deben estar cimentadas en valores, donde aprendemos que somos un todo. Y así nuestros estudiantes aprenderán de esos valores. Podemos estudiar mucho y adquirir muchos diplomas, pero la principal actitud para destacarnos en la educación es el propio estudio de nuestra personalidad.
Un ser dedicado a conocer el valor del amor, del respeto, la consideración y todo cuanto permite sentirnos bien, y aplica a sí mismo dichos valores, hace parte de una sociedad mejor.
En nuestro espacio educativo a veces tenemos que compartir con personas que carecen de empatía hacia los demás, fuerte egocentrismo, desapego a normas sociales en sentido negativo, sentimientos tóxicos y son inestables emocionalmente. A veces a ser agresivos verbalment, o pueden ser encantadores poco confinables, ya que tienen ausencia de sentimento de culpa o arrepentimiento.
No soy médico o psicóloga, pero mi experiencia de trabajo en educación me ha llevado a realizar talleres de conocimiento de trastornos de la personalidad.
Dado a lo delicado que es trabajar con nuestra más grande reserva, nuestros niños y jóvenes, hago observaciones del personal que trabaja con nuestra población infantil (docentes, etc.). He podido ver que muchas de estas personas pueden ser “muy preparadas en la materia ha enseñar”, pero denotan una total disociación de la realidad humana.
Mi campo espiritual de estudios de la existencia me ha llevado a conocer la conexión interna.
A través de la meditación aprendemos a aquietar la mente, el silencio nos permite una concentración con nuestro Yo interior, sentimos ese gran templo interno donde brotan las enseñanzas, donde aprendemos a perdonarnos y a perdonar. Donde todos los valores necesarios para una paz interna se hacen presentes.
Un templo donde conversamos y nos corregimos.Un templo donde aprendemos a que no podemos estar cerca de nada tóxico por tanto tiempo.
A través de este templo he aprendido y sé que me falta por aprender para orientar a quien sabe escuchar, quiere crecer.
Este tiempo de Alquimia, me ha enseñado a trabajar el hierro y convertirlo en herramientas del saber vivir. Aprendí que en mi mundo de búsquedas, la ciencia médica determina a estas personas como Sociopatas. La psicopatía es un trastorno de personalidad que se caracteriza por falta de noción de las normas sociales, tendencia a mentir y manipular a los demás.
Doy fé de también existen seres excepcionales dedicados a una educación integral, que pueden no ser docentes pero convergen con la existencia.
Bendiciones.
Para escribirle a Raquel: alquimiaesp1@hotmail.com