Publicado Dic. 21
AP - (FLORIDA) Antes de la pandemia, Cheryl Woodard solía llevar a su hija y a sus amigos a comer a un IHOP local después de su práctica de baile. Pero ahora ya casi no van porque cierra demasiado temprano.
Más de dos años y medio después, en un mundo que anhela la normalidad, muchos trabajadores están hartos y no quieren volver a ser como antes. Como consecuencia, las empresas aún no han podido reanudar las mismas horas de operaciones o servicios mientras continúan lidiando con la escasez de mano de obra.
Otras han hecho cambios en nombre de la eficiencia. Walmart, el minorista y empleador privado más grande del país, anunció el verano pasado que no tiene ningún plan para que sus supercentros regresen a sus operaciones diarias de 24 horas previas a la pandemia.
Los cambios están creando una desconexión entre los clientes que quieren comprar y cenar como solían hacerlo antes de la pandemia, y los empleados agotados que ya no quieren trabajar esas largas horas. Es un tira y afloja que se intensifica durante las ajetreadas compras de la temporada navideña.
En todas las industrias, la cantidad promedio de horas trabajadas por semana y por trabajador totalizó 34,4 horas en noviembre, sin cambios desde febrero de 2020, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Pero para la industria minorista, cayó un 1,6% a 30,2 horas por semana durante el mismo período. Las horas trabajadas en los restaurantes se redujeron en una cantidad similar en octubre, según los datos más recientes.
Mientras tanto, la encuesta mensual más reciente de la Asociación Nacional de Restaurantes de 4200 operadores de restaurantes realizada a principios de agosto encontró que el 60 % de los restaurantes redujeron el horario de atención los días en que estaban abiertos, mientras que el 38 % cerró los días en que normalmente estaría abierto en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia. Y un informe publicado por la firma de investigación de alimentos y bebidas Dataessential mostró que el restaurante estadounidense promedio a partir de octubre estaba abierto alrededor de seis horas menos por semana que en 2019, una disminución del 7,5%.
La escasez de trabajadores debería seguir siendo aguda hasta el próximo año, incluso cuando varias grandes empresas de tecnología han reducido el personal o han congelado la contratación corporativa.