Por Mario Quevedo
Especial para CENTRO Tampa
Por mucho que se trate, a la corta o a la larga lo que nos lleva a salir de esa casi coraza protectora que nos ofrece el mundo privilegiado en que vivimos es el oficio de pensar en libertad. Aunque la fértil imaginación nos mantenga en el querido Camagüey, la realidad nos indica que, de verdad, no se encontraba la ciudad en el Monte Sion y que no era la “madre de todos los pueblos”.
Siguiendo con cosas de Chicho, tampoco pretendo decir que duermo en cilicio o que ando como humillado. Sin plegaria solicitando perdón o misericordia. Así como soy.
Yo disfruto de la familia en libertad. Generosa ha sido la vida que nos permite jugar con biznietos. Generosa ha sido la nación que nos permite disfrutar desde un palco de primera esta etapa de la fiesta de la libertad. Generoso ha sido Dios que nos ha situado a su diestra para disfrutar hoy de estos bienes y, a lo mejor mañana, de su propia compañía.
Hoy repasamos algo de Nuestra América y con dolor somos testigos del sufrimiento de nuestros pueblos.
En Cuba anuncian, como algo sensacional, nuevos cambios a la dieta regular del cubano. Santiago Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria, en la Mesa Redonda, anunció el nuevo plan para aumentar la “materia prima cárnica de la cual se importan grandes volúmenes y gasta elevadas sumas de divisas”.
Esa etiqueta de “materia prima cárnica” incluye el “ganado menor; patos, conejos y gallinas decrepitas, cuyas carnes se molerían para elaborar la masa de croquetas”. Las gallinas “decrepitas” son aquellas que han mermado su producción de huevos. También el régimen anunció que aumentará la distribución de tripas de puerco y de res para, según dijeron, "elaborar croquetas'. Croquetas de aves, averigua de que es, se decía popularmente en Cuba.
Camiones de tripas de ganado vacuno y lechones acompañadas de nuevas recetas para que el pueblo “disfrute” de este nuevo alimento. Es el “futuro” de la nación cubana según se anunció en los medios de comunicación.
Esta burrada se suma ahora a la moringa y el avestruz. Simplemente un nuevo capítulo en la triste novela de las “soluciones” absurdas y crueles del régimen cubano. Disparates que recuerdan los embutidos de claria y los bistés de cascara de plátano que en un momento presentaron al pueblo cubano como la solución al hambre. Y no vamos a hablar de cuando el pueblo hacia hamburguesas con colchas de trapear y preparaban con gusto un guisado de gato.
Pero Señor, es que el pueblo de Cuba no tiene alternativa. A lo más, apelar al colero que te marque el turno.
Hoy, gracias a los teléfonos celulares, se pueden captar y podemos ver como en algunos casos gente de pueblo se dan de frente con la policía al ver la desgracia en que viven. Pequeños enfrentamientos callejeros y en la mayoría de los casos son mujeres cansadas del malvivir; pero (el pero de Quevedo), esas son cosas que no se veían hace mucho tiempo y que nadie sabe a qué pueden llevar.
Mientras tanto en Venezuela, con una economía arruinada por mantener al régimen cubano, cada día son más complicadas las gestiones del pueblo para poder vivir. Nada, que todo lo que quiera compartir con el régimen cubano, se le roba al pueblo venezolano.
Triste presente del pueblo que puede aprender del Libertador Bolívar y aplicar su enseñanza cuando nos dice: “El arte de vencer se aprende en las derrotas”.
En Colombia mientras tanto, continúan activos grupos armados dando brete en la Sierra Nevada de Santa Marta, el sur del Meta, Caquetá, Guaviare, el Urabá Antioqueño, el norte de Boyacá y el sur del Tolima.
En una comunicación diplomática sin antecedentes, Colombia conmina al régimen cubano a que entregue a los cabecillas del grupo terrorista Ejército de Liberación Nacional, dos de cuyos máximos jefes, Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, e Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán, quienes se encuentran en la República de Cuba. Incluso, recuerda que esa guerrilla está aliándose con la disidencia de las Farc que encabezan ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’.
Quiera Dios que esa hermana y sufrida nación sea salvada de caer en las garras del comunismo.
Por supuesto, hablar de Nicaragua es casi como perder el tiempo pues el régimen cubano ha logrado allí que el malgobierno sandinista sea inmune a la catástrofe que ha logrado alcanzar. Total, un voto que ganan en Naciones Unidas y, el pueblo nicaragüense, al igual que el venezolano y el cubano, que pase hambre.
Nada, que el régimen cubano, sin preocuparse por su pueblo continua la perenne actividad de injerencia y esparcimiento de su maldita y fracasada profesión que ha mantenido al pueblo subyugado por más de 60 años.
Quevedo es periodista cubano. Trabajó en radio, televisión y tuvo su propio periódico ‘La Voz Hispana’. Para comunicarse con Quevedo: marioquevedo1@aol.com