Hace poco más de dos años Gloria Gutiérrez llegó al país como inmigrante con la determinación de volver a ser lo que siempre fue por más de dos déadas en Colombia y Venezuela: educadora de Diseño de Modas y Alta Costura.
"A donde llegue voy a hacer lo que sé hacer, enseñar Diseño de Modas", dijo Gutiérrez. "Recuerdo que veía al grupo Mecano en la televisión y le decía a mi mamá que quería hacerme sus vestuarios. Es más: en mis tiempos de escuela no guardaba dinero para ir al cine con mis amigas sino para comprar telas y ponerme a inventar cociendo".
Gutiérrez dijo que no hubo alguien que la condujese al diseño de modas, fue algo que siempre estuvo en ella. Nació en Caracas, estudió Diseño de Modas en Venezuela y se especializó en Colombia, y aunque le apasiona estar sentada frente a la máquina de costura reconoció que enseñar el arte de dibujar, marcar, cortar, coser y armar es lo que se convirtió en su verdadera pasión.
"Cuando fui a especializarme a Colombia me tocó dar clases y ahí descubrí que ese era el camino", dijo Gutiérrez.
Con el tiempo desarrolló una academia que funcionaba con tres locales simultaneamente en donde logró reunir centenares de nuevos talentos y amantes de la Moda y el Diseño. Paralelamente creó la revista Proyecto dedicada a quienes buscaban en Venezuela patrones de alta costura. La revista fue absorbida por El Bloque de Armas, un grupo de medios de comunicación, con sede en Caracas.
"Fueron muchos años en mi tierra amada enseñando y viendo con gran satisfacción cómo mis alumnas destacaban en pasarelas internacionales. Recuerdo el desfile Teen Venezuela en donde vestimos a 50 modelos", aseguró Gutiérrez. "Mis alumnas y yo trabajamos tres meses exclusivamente para ese evento".
La situación terrible de Venezuela terminó con el papel para imprimir la revista, con la fabricación de telas y hasta con el alumnado ya que la diáspora venezolana ha generado que los institutos educativos no tengan siquiera estudiantes. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas, hasta enero de 2019 casi cuatro millones de venezolanos han emigrado.
"Mi esposo y yo decidimos con el dolor de nuestra alma que teníamos que salir porque vivir en Caracas era insostenible", contó la diseñadora.
Aunque la experiencia de Gutiérrez es poca aún en este país, le ha servido para darse cuenta de que lo que había en la industria de la moda en sus mejores momentos en Venezuela era muy bueno y que en Colombia está una de las mejores industrias del mundo.
"Para mí la escuela colombiana es la mejor, inclusive aquí he conseguido colegas colombianas y la verdad tienen una calidad increíble, un talento natural para la alta costura", sostuvo Gutiérrez.
"Mi cuñada María Zerna quien ahora también es mi socia ha hecho posible que hoy tengamos en Tampa la academia Moda Design & Academy", agregó Gutiérrez.
En noviembre celebrará dos años de iniciada la academia de Diseño de Modas en español en donde diariamente el alumnado recibe el conocimiento y la experiencia que entre hilos, alfileres y telares acumuló Gutiérrez en dos décadas.
"El sistema de enseñanza es básicamente el mismo, en lo que más estamos enfocados es lograr que tanto el alumnado como los clientes a quienes se les fabrican las piezas de alta costura entiendan que la tela de calidad es fundamental. Las telas baratas son una tragedia para la industria", acotó Gutiérrez alarmada por el material que se vende y que según sus palabras los vestidos que compra la gente por internet "son de puro plástico y dan hasta alergia".
La academia está agrupando al talento local con miras a su expansión y el desarrollo de una industria mundial con posibilidades infinitas y con un talento latinoamericano incalculable.
Gutiérrez dijo que recibe constantemente llamadas de tiendas y organizadores de desfiles, preguntando si ya hay alumnas disponibles porque necesitan modistas y diseñadoras de moda calificadas, dejándoles saber que los horarios flexibles son la clave y que quienes consideran que tienen el talento y la vocación deben tomar la decisión de comenzar a aprender porque es un don que muy pocas personas poseen.
"Siempre le digo a mis alumnas que no se detengan por nada ni el idioma es una barrera porque ahora tenemos al traductor de Google", respondió Gutiérrez a carcajadas.
Semanas atrás Karry Carrasco presidenta de la Fundación Carlos Carrasco se acercó a la Academia buscando un diseño para un vestido que fue fabricado por la alumna Kissmar de Camacho. Al observar el auge y el entusiasmo de quienes hacen vida en Moda Design & Academy, Carrasco ofreció junto a la Fundación KNJ integrada por Norma Camero, Javier Torres y la misma Carrasco tres becas para quienes deseen formarse dentro del mundo de Diseño de Moda.
"Seleccionaremos a tres personas que deseen emprender una carrera y que tengan ese sueño de salir adelante. A través de nuestras cuentas en redes sociales haremos saber las bases del concurso y cómo pueden aplicar los interesados", dijo Carrasco al ser consultada acerca de esta iniciativa. "Quiero ayudar de alguna forma a esta talentosa diseñadora", precisó Carrasco.
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