Foto de SOFIA RAVAZZONI/CENTRO Tampa
El artista español Benjamín Probanza esculpiendo una figura surrealista mitad bebé y mitad cocodrilo para el Sugar Sand Festival en Clearwater Beach en su décima edición.
CLEARWATER BEACH — En el Sugar Sand Festival del Muelle 60 de Clearwater Beach, es posible encontrarse con el escultor Benjamín Probanza. El artista español nació cerca de la pintoresca San Sebastián (España) en 1963, pero tiene la vitalidad y pasión artística que le hacen sentir como si tuviera 28 años.
Originario de esta localidad al norte de España, en una región bañada por el frío Mar Cantábrico, Probanza cuenta cómo se sintió atraído por el arte desde temprana edad, siempre ansioso por explorar nuevas formas de expresión.
Desde la infancia, Probanza estuvo inmerso en un entorno creativo, inspirado por la riqueza cultural de España y la belleza natural de su ciudad natal. Aunque nunca había trabajado con arena anteriormente, su primer encuentro con el medio fue revelador. A los 18 años, al observar a alguien esculpiendo en la arena, sintió una conexión instantánea con este arte efímero que lo cautivó.
El despertar del artista en Acapulco
Fue en Acapulco, México, una ciudad turística vibrante y animada, donde Probanza decidió desarrollar su pasión por la escultura en arena.
A pesar de no haber esculpido tanto en arena, su talento innato y su creatividad desbordante le permitieron crear impresionantes esculturas que cautivaron a los espectadores de las tierras mexicanas. "El amor me trajo de vuelta a Acapulco, y allí me quedé", dijo.
El encuentro de Probanza con la arena en Acapulco marcó el comienzo de una carrera prolífica y apasionada en el mundo del arte. Desde entonces, ha dedicado su vida a perfeccionar su técnica y compartir su arte con el mundo.
El viaje artístico de Probanza lo llevó a explorar diferentes países, incluyendo Estados Unidos. Fascinado por la diversidad cultural y la efervescencia artística de este país, Probanza decidió probar suerte durante un tiempo en la década de 1990. Su primera parada fue en Venice Beach y Hollywood, Florida, donde comenzó a esculpir esculturas de arena y a colaborar con la comunidad local. Luego, fue invitado a México, y el país azteca lo conquistó.
Sin embargo, gracias a su carrera como escultor, ha sido invitado durante cinco años consecutivos al Festival de las arenas de Clearwater Beach.
"No puedo dejar de repetir lo afortunados que son los tampeños de tener estas playas de la costa oeste del Golfo de México. Son hermosas; este lugar es encantador, y la arena es increíble para trabajar", dijo el artista.
Docenas de artistas escultores de arena de diferentes partes del mundo vienen para dar rienda suelta a su creatividad y usar hasta 1000 toneladas de arena de la playa de Clearwater Beach para erigir obras comparables a las esculturas exhibidas en los museos.
¿Un alebrije o un bebé cocodrilo?
En el surrealismo todo es posible. Con el paso de los años, Probanza se ha convertido en un embajador del arte español, pero también mexicano, en el escenario internacional. De hecho, en este festival, representa a México a pesar de ser de origen ibérico. "Siempre que puedo, incluyo algo para dejar esa marca de la cultura mexicana en mis creaciones. Mi estilo en este trabajo que estoy esculpiendo aquí es más surrealista, se asemeje al alebrije, una figura la cual es muy tradicional en la artesanía mexicana. Los alebrijes son una mezcla de animales, pero en este caso, no estoy mezclando animales entre sí; en su lugar, estoy fusionando un bebé humano con un animal, específicamente con la cola de un cocodrilo encima de un caparazón de tortuga. Los cocodrilos son animales muy famosos aquí en Florida", dijo.
Para Probanza, el arte es más que una forma de expresión; es un puente que conecta a las personas de diferentes culturas y antecedentes. Es por eso por lo que, a través de su arte, busca transmitir un mensaje de unidad y comprensión, trascendiendo barreras lingüísticas y culturales para inspirar a otros a encontrar belleza en la diversidad.
Comparte entusiastamente su inspiración detrás de la figura que está esculpiendo al mejor estilo de Dalí, describiendo cómo surgió la idea y el significado que esta lleva.
Probanza revela que su creatividad está alimentada por una mezcla de influencias culturales y personales, y en el caso del cocodrilo, la inspiración proviene de su profundo respeto por la naturaleza y su fascinación por los animales.
En primer lugar, explica cómo el cocodrilo representa para él una conexión con la tierra y sus misterios. La forma cómo una criatura ancestral y simbólica en muchas culturas, encarna la fuerza primal y la sabiduría arraigada en la tierra misma. Para el artista, es importante transmitir este respeto por el medio ambiente a través de su arte, honrando la majestuosidad e importancia de las criaturas que habitan nuestro mundo.
Además, el artista ibérico dice que su elección de fusionar la figura del cocodrilo con elementos surrealistas, como la cola del cocodrilo, surge de su inclinación por explorar lo inesperado y lo imaginativo en su trabajo. Para él, la expresión artística no se limita a la representación literal de la realidad, sino que también puede ser una ventana a mundos alternativos y testigo de las emociones fusionadas con los conceptos abstractos. Esta combinación de lo real con lo imaginario, en su escultura, refleja el deseo de ir siempre más allá de los límites convencionales e invitar al espectador a reflexionar y soñar junto a él.
Una herramienta humana irremplazable
Para algunos, la creación de estas impresionantes estructuras que se elevan sobre la arena, a pesar de su imponente tamaño, podría sugerir la participación de tecnología avanzada; sin embargo, la realidad es diferente. Los artistas realizan un trabajo manual extraordinario que puede prolongarse durante 3 o 4 días. Su proceso se basa en el uso de agua para formar la arena y, al final, aplican pegamento para proteger las figuras de la erosión causada por la brisa marina. En tal sentido, Probanza aprovechó la oportunidad para compartir su visión acerca del tema de la inteligencia artificial y las máquinas de impresión 3D en el mundo del arte. Él enfatiza que a pesar de los avances tecnológicos y la creciente presencia de la herramienta digital en nuestras vidas y en el mundo artístico, no teme a tales tecnologías. “Nunca una fotografía de obras en arena creada por la IA se verá igual a una escultura hecha en la vida real”, afirma.
Argumenta que, aunque la inteligencia artificial puede ser muy avanzada, nunca podrá replicar completamente la habilidad, originalidad y sensibilidad de la expresividad humana en el medio artístico. Para él, el valor del arte radica en la singularidad y autenticidad que solo un ser humano puede ofrecer, y no en la reproducción mecánica ofrecida por la inteligencia artificial o una máquina de impresión 3D.
Para disfrutar del trabajo de Probanza en el Festival Sugar Sand de Clearwater Beach en el Muelle 60, dirígete al final de la exposición a mano derecha, escultura número 7, justo frente a las figuras deportivas y el panel de fotografía gratuita.