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Fotos cortesía de SOFÍA WELCH/ MARY LUZ / NELCY BALTZ
Sofía González Welch junto a su esposo y sus dos hijos. González Welch es venezolana y vivió durante muchos años en Nueva York pero el mar de Tampa la conquistó.
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Fotos cortesía de SOFÍA WELCH/ MARY LUZ / NELCY BALTZ
Mary Luz, residente de Oldsmar. Tiene dos hijos y residen en Tampa desde hace 17 años.
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Fotos cortesía de SOFÍA WELCH/ MARY LUZ / NELCY BALTZ
Mary Luz y sus dos hijos.
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Fotos cortesía de SOFÍA WELCH/ MARY LUZ / NELCY BALTZ
Nelcy Baltz, de Colombia, junto a su esposo estadosunidense y sus dos hijos. Nelcy conoció a su cónyuge en su país natal y por amor decidió migrar a los Estados Unidos. Define a Tampa como una de las pequeñas joyas más grandes de los EE.UU.
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Fotos cortesía de SOFÍA WELCH/ MARY LUZ / NELCY BALTZ
La hija de Nelcy Baltz junto a la Alcaldesa de Tampa, Jane Castor. La niña ha organizado varias actividades benéficas y ha sido galardonada en múltiples oportunidades a raíz de su amor por el arte y la pintura.
Al acercarse el Día de la Madre, se va haciendo el momento ideal para explorar la ciudad por medio de las experiencias de tres madres hispanas que han visto crecer a sus hijos en esta localidad con distintas culturas. Desde la llegada a nuevas tierras hasta la celebración de la rica herencia cultural hispana, estas mujeres comparten sus historias de amor, sacrificio y crecimiento en la Bahía de Tampa como madres.
El Mar de Tampa
Sofía Welch, una madre de 48 años y dos hijos, llegó a Tampa hace 16 años, después de haber vivido en Nueva York por algún tiempo. Es venezolana y fiel amante de las playas. Como verdadera nativa del Caribe, su amor por el mar superó la prisa de la Gran Manzana, y cambió todo el esplendor de los rascacielos y la modernidad por las cálidas aguas turquesas del Golfo de México.
Cuando Welch llegó por primera vez a Tampa, siempre lo hizo para vacacionar porque su madre vivía en Clearwater; cada vez que venía, sentía una conexión más cercana con el mar.
"Cuando vine a vivir a Tampa, mi familia ya residía aquí, y nos recibieron con los brazos abiertos", recuerda Sofía con una sonrisa. "Fue un nuevo y emocionante comienzo para todos nosotros."
Para Sofía, ser madre en Tampa ha sido un viaje de coraje y determinación.
"He tenido que enfrentar desafíos y superar obstáculos para dar lo mejor a mis hijos en una localidad como Seminole que se caracteriza por tener excelentes distritos educativos", dice. "En esta ciudad, he encontrado mi lugar feliz y la he visto crecer junto a mis hijos."
Afirmó que su mayor desafío fue adaptarse a un lugar que, en ese momento, no tenía tantos lugares para visitar como Nueva York. Sin embargo, ha sido testigo del crecimiento imparable de la ciudad. Pero lo que realmente la atrajo fue la playa.
Las playas "más parecidas al Caribe y a Venezuela" están aquí, dijo. "Eso generó un flechazo inmediato en mí".
Actualmente, Sofía ocupa el cargo de gerente de negocios en el sector inmobiliario. Sus hijos ahora son adultos, de 20 y 27 años. Su hijo menor está sirviendo en la Armada y ha sido destinado en Japón. Mientras tanto, su hija mayor vive en Tampa, y ambas comparten un profundo amor por todo lo que esta área tiene para ofrecer, desde el clima hasta la diversidad del entorno y su privilegiada ubicación en el corazón de Florida.
Sofía ofrece consejos a las madres que consideran mudarse a Tampa: "Para aquellos que quieran iniciar un negocio o hacer una vida aquí, incluso aquellos que estén pensando en mudarse desde otros estados, si están buscando un lugar donde puedan seguir trabajando mientras piensan en su jubilación, este es el lugar ideal. Este es el momento perfecto. Es un lugar bastante tranquilo con muchas oportunidades. Hay una gran variedad de industrias y está experimentando un crecimiento significativo. Creo que este lugar aún tiene mucho potencial para seguir desarrollándose", dijo.
Inmortaliza todos sus recuerdos en Tampa, junto a sus hijos, en las hermosas aguas cristalinas y la suave brisa marina de Indian Rocks Beach.
La devoción de Mary Luz
Mary Luz, una madre hispana de 59 años y dos hijos varones, procedente de Guatemala, ha tejido su vida entre las cálidas arenas de Miami y el encanto tranquilo de Tampa. Con una sonrisa sincera y una energía contagiosa, Mary comparte sus experiencias y reflexiones respecto a la crianza de sus hijos en esta ciudad de Florida. Recuerda nostálgicamente su llegada a Tampa.
"Llegué a Tampa en septiembre de 2006. Antes de eso, viví durante 25 años en Miami", dice mientras evoca recuerdos de su antiguo hogar. Su llegada a Tampa fue motivada por razones personales, encontrando en la ciudad un nuevo comienzo con una prima que la recibió para que pudiera hacer de este lugar su nuevo hogar.
Mudarse a Tampa fue una decisión que describe como "muy acertada" y de la cual no tiene nada que lamentar.
Criar a sus dos hijos en esta zona ha sido una experiencia gratificante. Aunque ellos nacieron en Miami, han encontrado su verdadero lugar en esta ciudad.
"Ellos aman a Tampa. Son de Miami, pero hemos estado allí y no les gusta tanto como aquí; ellos sencillamente están encantados con esta ciudad", comparte Mary con orgullo.
A lo largo de los años, han disfrutado juntos de las numerosas actividades que ofrece la ciudad, desde ir a la playa hasta pasear por las calles del centro.
"Lo que me encanta de aquí es que la veo mucho más organizada y tranquila", dice Mary, contrastando con la vida agitada de Miami. La hospitalidad de los residentes de Tampa también ha dejado una impresión duradera en ella. “La gente es más cordial”, afirma.
Desde su llegada en 2006, ha sido testigo del notable crecimiento de Tampa en términos de construcción y urbanismo. "Puedes ver cómo han estado construyendo bastante y, siento, que hay una necesidad de que existan más desarrollos habitacionales; muchas personas se están mudando a este sitio y ya se está quedando pequeño", dijo. Pero a pesar de estos cambios, Mary todavía encuentra belleza en los paisajes costeros y en el siempre evolutivo horizonte tampeño.
Entre los numerosos lugares que ama, destaca la belleza natural de las playas y la fascinante arquitectura del Puente Skyway. También menciona su afinidad por el Condado de Pinellas, en el que ha vivido la mayor parte de su tiempo. "Realmente esta área me fascina", enfatiza.
A medida que se acerca la edad de la jubilación, ella planea permanecer aquí, lugar en el que ha construido una vida llena de amor y pasión por su trabajo. Es responsable de liderar los departamentos de recursos humanos de tres empresas dentro de una corporación que se dedica a fabricar piezas para embarcaciones.
"No quiero ir a ningún otro lado; aquí, justo aquí, me quedo", dice con determinación Luz. Sus hijos también comparten la misma idea y están emocionados por lo que el futuro les depara en esta ciudad.
Respecto al Día de las Madres y, en especial, a todas las madres de la comunidad hispana en su día, les dice: "No se rindan, y sobre todas las cosas, no pongan obstáculos en su camino; siempre intenten aprender inglés y mejorarse a ustedes mismas", dice.
Reconociendo el valor del trabajo duro y el tiempo de calidad con sus seres queridos, anima a otros a perseverar en la búsqueda de sus sueños en esta ciudad, la cual considera estar “llena de oportunidades”.
La Pasión de Nelcy Baltz
Nelcy Baltz es residente de Carrollwood y fotógrafa profesional. Originaria de Bogotá, Colombia, su viaje a Tampa estuvo marcado por el amor. Conocer a su esposo, un estadounidense, fue el catalizador que la llevó a dejar su país, su carrera y su familia para embarcarse en una nueva vida en los Estados Unidos.
El camino de Nelcy a Tampa incluyó paradas en Texas y California, pero fue el trabajo de su esposo lo que finalmente los llevó a establecerse en esta ciudad de Florida.
Desde su llegada, Nelcy se ha sentido atraída por el encanto de Tampa, una ciudad que describe como "pequeña, pero con todo lo que necesitas". Aunque inicialmente estuvo en Texas, fue esta área del centro de Florida la que la cautivó con su ambiente acogedor y sus diversas oportunidades.
Baltz ha sido testigo de la transformación de Tampa, especialmente en áreas como Seminole Heights, que ha experimentado un notable cambio. Lo que alguna vez se consideró como un barrio abandonado y peligroso, ahora se ha convertido en un destino próspero y en auge, reflejando el crecimiento y la evolución de la ciudad.
Es madre de dos hijos, uno de 14 y una niña de 9 años. La familia encontró en Tampa un lugar para celebrar su herencia latina mientras disfrutaban de la diversidad y la inclusión que la ciudad tiene para ofrecer.
"Desde que llegamos aquí, nos hemos sentido como en casa", dice Nelcy entusiasta. "Tampa es una mezcla única de culturas y tradiciones que hacen que cada día sea emocionante."
Para Nelcy, ser madre en Tampa, es una experiencia de pasión y resiliencia.
"Mis hijos han crecido rodeados de personas de diferentes orígenes y perspectivas", dice. "Y en esta ciudad, han aprendido a valorar la diversidad y a respetar a todos los que llaman hogar a Tampa." De manera similar, Nelcy explica que los niños han creado una conexión con la tierra natal de su madre y se les ha inculcado tanto tradiciones estadounidenses como colombianas.
Violeta, su hija, se ha convertido en una joven artista que ha encontrado en la ciudad una plataforma para compartir su talento y apoyar a la comunidad. A través de sus exposiciones de arte, ha llevado a cabo una serie de recaudaciones de fondos para diversas causas, demostrando desde temprana edad su solidaridad y espíritu creativo muy característico de la comunidad hispana en Tampa. También ha sido premiada múltiples veces.
Como madre, fotógrafa y defensora de la cultura, Nelcy celebra el encuentro de tantas culturas en un mismo lugar y la fortaleza de la comunidad hispana, recordándoles que juntos pueden enfrentar cualquier desafío y seguir prosperando en esta hermosa ciudad a la que también llaman hogar.
La colombiana señala que si tuviera que inmortalizar un recuerdo en Tampa con su familia, a través de las fotografías que ha realizado, esa imagen sería la del mural del downtown que dice: "City Of Tampa".
La historia de estas tres mujeres: Sofía, Mary y Nelcy, representan la fortaleza de las madres hispanas que han hecho de Tampa su lugar favorito y dulce hogar. Este feriado especial, honramos su amor inquebrantable y su dedicación incondicional, inspirándonos en los roles que desempeñan dentro de la comunidad y para la vida de cada uno de sus hijos.