LA PAZ, Bolivia — El presidente Evo Morales se declaró el jueves ganador de los reñidos comicios en Bolivia y rechazó el pedido de la Organización de Estados Americanos (OEA) de ir a una segunda vuelta ante denuncias de irregularidades en el recuento de votos.
Al completarse un 98% el cómputo, Morales, con el 46,8% de los votos, tenía una ventaja de 10 puntos que evitaría una segunda vuelta. Su rival, el expresidente Carlos Mesa, tenía el 36,7%.
La oposición no se había pronunciado aún, pero su principal rival ya había acusado a Morales de preparar un fraude y que formaría una alianza para defender el voto.
El lunes se realizaron varias protestas e incluso quemas de instalaciones de la autoridad electoral en protesta por lo que consideraban irregularidades en el conteo y la transmisión de votos.
“Ya ganamos en la primera vuelta, falta por computar 1.58%, pero ya ganamos con el voto rural”, dijo el mandatario en rueda de prensa el jueves poco después que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) divulgara los últimos resultados en su sitio en internet.
Morales insinuó que la Misión de Observadores de la OEA, que ha manifestado su sorpresa por cómo se ha manejado la transmisión de resultados preliminares, sería parte de un supuesto golpe de Estado que él denunció en la víspera en contra de los opositores que lo acusan de montar un fraude.
“No quiero pensar que son parte del golpe de Estado; por eso dije hay un golpe de Estado interno y externo”, sostuvo al reforzar su denuncia de la víspera.
La OEA ha pedido la realización de una segunda vuelta ante los resultados ajustados y tras denunciar irregularidades en la transmisión de los conteos rápidos y en la cadena de custodia en el traslado de papeletas de votación.
Ante esas observaciones, el gobierno ha pedido a la OEA auditar el proceso y el organismo aceptó. Morales dijo que está abierto a esa auditoría, pero subrayó que tiene que “respetar la Constitución”.
Morales dijo también que “defenderá el voto” y llamó a Mesa “cobarde y delincuente” por convocar a la resistencia civil.
Asimismo, el gobernante negó un fraude y demandó a sus detractores que “presenten pruebas”.
En tanto, siguen las protestas callejeras en todas las ciudades en rechazo a los resultados y “en defensa del voto” que han puesto al país en un escenario de crisis.
Grupos opositores han quemado oficinas del TSE en tres ciudades y mantienen protestas callejeras desde el lunes.
Santa Cruz, la región más poblada en el oriente y bastión opositor, cumple dos días de paro “en defensa del voto y de la democracia” convocado por organizaciones sociales, aunque la medida se cumple de manera parcial. Líderes de la región de Tarija en el sur anunciaron que se sumarán al paro desde el jueves.
La víspera, grupos afines al gobierno salieron en marcha en La Paz y el jueves anunciaron otras marchas los cocaleros del Chapare en el centro del país, reducto de Morales.
En el poder casi 14, años, Morales de 59 años, condujo al país por la estabilidad económica y política gracias a una recha de buenos precios de las materias primas hasta 2014, pero escándalos de corrupción y su afán de reelegirse pasando por alto un referendo que rechazó esa posibilidad, mermaron su popularidad.
“Tal vez haya desgaste, eso lo reconozco”, dijo.