CENTRO Tampa
YBOR CITY - Ubicarlo es cosa seria. Un día puede estar en el local del aeropuerto de Tampa y a la mañana siguiente en la cafetería que está sobre la Séptima Avenida de Ybor City. Pero ojo que tampoco sería casualidad verlo desde muy temprano en las tiendas de Westchase, Seminole Heights y Soho. El trabajo es su común denominador.
Lo cierto es que el empresario Roberto A. Torres está en todas. Primero porque ama lo que hace y segundo porque está comprometido con su aventura empresarial. Una aventura que no comenzó precisamente con un grano de café sino con una serie de pantalones, camisetas y gorras a las que cobijó con el sello Black & Denim. Fue esta idea la que posteriormente abrió la puerta a su famosa línea de cafeterías the Blind Tiger Cafe.
“Si alguien me hubiese dicho que estaría en esto hace dos décadas, creo que difícilmente lo hubiese creído”, dijo Torres, de 41 años. “Yo vivía en Panamá y cuando vine a Estados Unidos como estudiante me gradué en Contabilidad y Finanzas. Mi trabajo estaba en el sistema bancario, no haciendo negocios”.
Pero las casualidades existen y los hechos que nos llevan a redefinir nuestro destino en la vida, también.
Eso y más fue lo que le ocurrió a Torres cuando el país despertó en el 2008 con la gran recesión económica y el estrangulamiento de millones de empleos , incluyendo el de Torres. Aunque pudo conseguir un nuevo trabajo dos semanas después de haber perdido el primero, la experiencia lo hizo recapacitar.
"“No hubo tiempo para el miedo”, recordó Torres, “sino para la creatividad y la búsqueda de algo nuevo”.
Esas ideas lo llevaron finalmente a un nuevo camino: The Blind Tiger, una cafetería urbana y de nuestros tiempos que el panameñoTorres ha sabido marquetear y cuidar con toque maestro junto con sus socios comerciales. El objetivo: ofrecer un producto de calidad frente a otras marcas y estilos que están presentes en el mercado.
Torres tiene 41 años y es quizás el rostro más popular y conocido de The Blind Tiger, el negocio que apareció como de repente en una esquina de Ybor City y el cruce de la 19 Street en el 2014 y que, poco a poco, ha ido ganando cada vez más terreno (y fama) en el mercado local.
A diferencia de otros casos en los que un negocio de café está vinculado a una tradición familiar, la aventura empresarial de Torres no tiene mucho que ver con herencia, sino con la necesidad del cambio. Lo suyo ha sido olfato empresarial y un emprendimiento que hizo a un lado su profesión en el mercado financiero.
El resultado le dio la razón.
“Mi trabajo estaba bien, pero después de la recesión del 2008 mi fervor y pasión con el sistema bancario se desplomó", indicó Torres. “Entendí que podía hacer más cosas y que no tenía por qué estar a la merced de otra persona que tomase decisiones por mí”.
Torres, acaso sin saber hasta dónde llegaría, asumió las riendas de su futuro, una característica que suele acompañar a los empresarios de su tipo y a los inmigrantes que están decididos a no tomar la posta sino a iniciar la carrera desde el partidor.
Así Torres se despidió de Miami donde había echado raíces como auditor durante ocho años y decidió mudarse a Tampa en el 2007. Tres años después lanzó su primera apuesta empresarial con una línea de ropa que mezcló toque urbano e historia.
“Estábamos vendiendo ropa a diferentes tiendas y empezamos a recibir llamadas de grandes tiendas. Ahi fue que empezamos a ver y a pensar un concepto diferente para expandir nuestra clientela y la oferta", dijo Torres. "Así fue cuando abrimos una tienda-boutique el 29 de agosto del 2013, aquí en Ybor City”.
La idea de conectar la venta de ropa en un ambiente donde el aroma del café de grano tostado se impone en cada rincón, no es nuevo. En otros estados hay referentes similares, pero Ybor City tiene la particularidad que aglutina historia y el alma de un desarrollo urbanístico que data de inicios del siglo XX.
“Ybor es único y es muy alentador haber empezado aquí”, sostuvo Torres. “Lo digo porque yo me identifico como inmigrante. Quizás hay otros que no y tienen miedo o temor a decirlo. No es mi caso, tampoco los de aquellos que han estado aquí con sus familias por más de 50 años y son la tercera generación pero no han perdido las raíces”.
Hoy Torres está buscando nuevas formas de mejorar y expandir sus negocios y el de sus socios estratégicos. Algo como lo que hizo con su programa corporativo en el que las empresas pagan una tarifa mensual por el café para proporcionar servicios a toda la oficina. O como cuando se le ocurrió crear un espacio de trabajo y generación de ideas al que llamó ‘Cowork Ybor’ con la ayuda y el respaldo de otros negocios locales.
“Siempre hay que estar pensando en nuevas opciones y escuchar para salir adelante y ser mejores”, dijo Torres, padre de dos hijos menores. “La situación de Tampa es mejor que muchas otras ciudades. Aquí, si se trabaja y eres decente, hay oportunidades".
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El mapa de acción incluye ahoraY bor, Soho, Seminole, Westchase, el aeropuerto de Tampa y el centro comercial Westshore Plaza Mall. Foto: Juan Carlos Chávez
La prueba es que el olfato empresarial de Torres, sumada a la buena química y el respaldo de sus socios, han hecho posible que The Blind Tiger Cafe haya crecido en diferentes puntos de la ciudad. El mapa de acción incluye ahoraYbor, Soho, Seminole, Westchase, el aeropuerto de Tampa y el centro comercial Westshore Plaza Mall
La posibilidad de tener presencia en el primer terminal aéreo surgió, de acuerdo a Torres, con la tónica que ha guiado buena parte de sus ideas: creer en lo que uno hace.
“El Aeropuerto de Tampa estaba recogiendo propuestas para proyectos con empresas que pudieran hacer un concepto diferente en tiendas de música, ropa, etcétera. En el 2015 nos dieron el permiso y abrimos en el 2016 con un socio mayoritario para la inversión. La respuesta ha sido muy buena”, dijo Torres. “El mercado es increíblemente competitivo, pero hay espacio para todos”.
En esa cruzada por la calidad de su café, Torres y su equipo siempre están embarcándose en la búsqueda de buen grano y opciones variadas, como las que han encontrado en México, Brasil y Perú.
“En Perú, por ejemplo, le compramos a una asociación de mujeres campesinas”, dijo Torres.
La apuesta es agotadora pero Torres nunca olvida el ejemplo de sus padres y la familia en Panamá.
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Torres posa con uno de los diseños de la línea de ropa alternativa. Foto: Juan Carlos Chávez
“Las cosas nunca las debes hacer de mala gana”, dijo Torres. “Siempre debes dar lo mejor que puedas”.
Torres agregó que el orgullo de haber llegado a donde está ‘se siente mejor’ por el hecho de tener a Ybor y Tampa como los espacios que lo han visto crecer como empresario y emprendedor.
“Confío en esta ciudad, por eso siempre tratamos de ayudar y promoverla para que la gente la conozca mejor”, dijo Torres. “Es un lugar diferente y con cultura”.