TAMPA- Salvador Toro Moya nació en Santiago de Chile, y desde los 4 años está dedicado a la música: "Ya son 75 años dedicados a la comprensión de este bello arte, pero mi tarea continúa y ahora deseo ayudar a prevenir el Alzheimer a través de terapias rítmicas".
Después de leer numerosos artículos sobre problemas de salud física y emocional en personas mayores de 50 años, Toro, graduado de Musicología con Especialización en Piano de la Universidad de Chile, explicó que decidió aplicar su experiencia de más de 40 años como docente de la música a diferentes niveles.
"Son innumerables observaciones personales sobre los increíbles beneficios de la práctica musical, especialmente en personas con herencia de un posible Alzheimer, o así no tengan los genes de la enfermedad, el poder de la práctica musical es absoluto para evitar el progreso constante de esta patología", dijo Toro quien también es especializado en Dirección Coral.
A lo largo de su juventud Toro también se enfocó en la educación musical. Como maestro fue contactado por el gobierno de Venezuela en 1966 donde trabajó para el Ministerio de Educación en diferentes programas de planificación musical en varias entidades estudiantiles de educación, básica, media vocacional, bachillerato y universitarias.
"Allí conocí a mi esposa con quien llevo 33 años de matrimonio, fueron 25 años los que viví en el país caribeño y donde desarrollé gran parte de mis conocimientos musicales. Después en el año 1990 la Universidad de Memphis en Estados Unidos me invita como profesor de música y así es como iniciamos junto a mi señora la vida en este país", narró el musicólogo.
En Memphis Toro inició un proceso como docente enfocado a la música venezolana y latinoamericana, además de hacer investigaciones científicas de la mano de su esposa, la médica Grisel Figueredo, en terapias musicales para prevenir el Alzheimer.
"¿Por qué digo esto? Muy simple, solo la coordinación de los movimientos corporales y las funciones motoras del cerebro evitará que la pérdida de conciencia sea la característica más notoria de esta enfermedad. Los ejercicios de movimientos rítmicos, diferentes y constantes, permitirán al participante poner en práctica su coordinación psicomotora natural que con el paso de los años disminuye o se olvida por completo, ya que se realiza de una manera totalmente mecánica", argumentó Toro.
Y es acá donde la historia toca a la Bahía de Tampa. Después de trabajar 18 años en la Universidad de Memphis, en 2018 llegó su retiro del mundo laboral, y a la vez su esposa fue trasladada a la ciudad como Directora del Sanitas Medical Center.
Es entonces cuando Toro decide poner en práctica sus décadas de conocimiento y empieza a difundir la prevención del Alzheimer a través de la música. Y en Tampa lo hace con casas especializadas en el cuidado de personas de la tercera edad como el Catholic Charities, ubicado en San Lorenzo Terrace.
Ana Ponce es una de sus alumnas. Tiene 81 años y nació en Caibarién, Cuba, un municipio ubicado en la zona central de la isla. Ponce llegó a Tampa para cuidar de su madre y sus nietos, y ahora está muy agradecida con las terapias.
"Después de los 80 tenemos que cuidar nuestro cerebro, identificar cuando hay una señal de Alzheimer o cuando es una señal de olvido como cualquiera. Salvador a través de la música nos enseña cómo debemos cuidarnos y conocer las señales que nos manda el Alzheimer", expresó Ponce.
"Por ejemplo él nos explica que todo nuestro cuerpo es música, hasta nuestros nombres son música. El mío Ana, dos palmadas, dos sílabas con el acento al final, un aplauso más fuerte que el anterior. Eso hace trabajar nuestro cerebro. También aprendemos a hacer los sonidos y movimientos, aplicamos la música y eso ayuda a nuestro cerebro a prevenir el Alzheimer", concluyó Ponce.
Toro dejó claro que la musicoterapia que utiliza no alivia el Alzheimer porque una vez adquirido no se puede revertir: "Pero sí puede prevenirlo y ayudar a que la enfermedad no avance. Su base científica es el método musical Jack Dale Prosser, el cual se aplica en las escuelas de música en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica y que desarrollan los estudiantes de música. Puedes hacer ritmos en las piernas, es desmembrar rítmicamente el cuerpo y cada miembro tiene un ritmo diferente".
Para el especialista en piano el aspecto rítmico implica cada músculo el cual debe obedecer a un ritmo: "Como bailar, cuando mueves el cuerpo completo le estas dando una orden, también puede ser con algún instrumento o una grabación, caminar con la música o detenerse, ejercicios básicos para la concentración, un control que está en el cerebro", agregó Toro.
Esta técnica permite al participante hacer uso personal de estas motivaciones musicales con comandos orales, de percusión, además de movimientos corporales sincronizados, coordinación neuro muscular, concentración y relajación mental.
'Explicarles la importancia que tiene la música, porque el ser humano está hecho por la música ya que el corazón tiene un ritmo, ese es el inicio de la música corporal. También deseo trasmitir estos conocimientos a los cuidadores de enfermos de Alzheimer", afirmó Toro.
Para mayor información acerca de este programa llame a: (901) 413-1550 o (813) 870-3399.
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