Por Janet Cruz
Durante más de medio siglo, el pueblo cubano ha vivido a merced de dictadores, despojado de sus libertades civiles y derechos humanos básicos bajo un despiadado sistema comunista creado por Fidel Castro. Y cuando expresan sus preocupaciones u oposición, han sido detenidos, desaparecidos e incluso asesinados, todos por defender lo que nosotros, como estadounidenses, tenemos: la libertad. Sin embargo, continúan luchando. Mientras tanto, los estantes de las tiendas permanecen vacíos y los hospitales luchan por ofrecer incluso la atención médica más básica. Cuanto más sabemos sobre las condiciones que padecen nuestros hermanos cubanos, más me duele el corazón por ellos.
La dictadura comunista es un sistema que depende totalmente de la pérdida de la libertad individual, el silenciamiento de la disidencia y la eliminación de la libre empresa. Los ciudadanos promedio tienen poca o ninguna opción en varios aspectos de su vida diaria. La dictadura controla la economía, el mercado laboral y todos los bienes y servicios disponibles en la isla. Restringe la capacidad de cada cubano para comunicarse, acceder a Internet, seguir una educación y buscar la alegría de la vida.
En las últimas semanas, hemos visto a miles de personas levantarse contra las brutalidades e injusticias perpetradas por el régimen totalitario de Cuba. Se oponen al control deshumanizador que ejerce la dictadura. Su indignación no es nueva, los cubanos han estado enojados por las condiciones durante décadas, pero esta vez es diferente. Como nunca, los hombres, mujeres y niños cubanos están arriesgando sus vidas para hacer frente a la opresión del gobierno y para exigir la restauración de su país, su sustento y sus derechos humanos. En última instancia, están exigiendo su libertad.
Como ciudadanos de Estados Unidos tenemos la suerte de vivir en un país donde poseemos la libertad de expresar nuestras preocupaciones, expresar nuestras oposiciones y hacer que nuestro gobierno rinda cuentas cuando se equivoca. Sin embargo, las libertades que disfrutamos vienen con la obligación moral de ayudar a nuestros vecinos cubanos. Nuestros hermanos y hermanas en la isla están pidiendo ayuda más fuerte que nunca; es hora de que les respondamos. Nos necesitan aquí en Florida, alzando nuestras voces y apoyando sus valientes esfuerzos. Este es un paso monumental para ellos y debemos trabajar para asegurar que todos los ojos permanezcan puestos en Cuba, por la conciencia, la educación, el apoyo y la asistencia.
Las grandes protestas han comenzado recientemente en Cuba, pero la lucha del pueblo contra la dictadura comunista lleva décadas en gestación. Hoy cantan “Cuba Libre” como su grito de batalla. Lo gritan a todo pulmón como una cruda advertencia al presidente Miguel Díaz-Canel de lo que está por venir. Sin embargo, su libertad no es inevitable y no podemos permitir que sus esfuerzos sean en vano. Cuba nos necesita y el gobierno de Estados Unidos debe hacer más para apoyar su resistencia.
El mes pasado, el presidente Joe Biden anunció nuevas sanciones a los principales funcionarios cubanos, tomando medidas sin precedentes para responsabilizar a la dictadura por las violaciones de derechos humanos. Pero eso debería ser solo el comienzo. Creo que el gobierno de Estados Unidos debería seguir sancionando a los responsables de oprimir al pueblo cubano. Estados Unidos apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista.
El pueblo cubano tiene el mismo derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica que todo pueblo, y las detenciones masivas y los juicios simulados de quienes se atrevieron a hablar son esfuerzos descarados para intimidar y amenazar al pueblo cubano para que guarde silencio. Mientras responsabilizamos al régimen cubano, nuestro apoyo al pueblo cubano es inquebrantable y nos aseguramos de que los cubanoamericanos sean un socio vital en nuestros esfuerzos por brindar alivio a las personas que sufren en la isla. Como senador estatal, haré todo lo que esté a mi alcance para apoyar al pueblo cubano en su lucha por la libertad. Espero que tú también.
Janet Cruz, demócrata de Tampa, representa al Distrito 18 en el Senado de Florida.