Foto cortesía de REBUILDING TOGETHER TAMPA BAY.
El director de Rebuilding Together Tampa, José García. La organización ha reparado 210 hogares en Hillsborough y 27 en Pinellas, con un costo promedio de alrededor de $40,000 por hogar.
José García, director ejecutivo de Rebuilding Together Tampa Bay, sabe bien lo que significa enfrentar las fuerzas de la naturaleza. Su organización, una filial local de una red nacional con más de 140 afiliadas, ha estado preparándose para la temporada de huracanes durante meses.
"Queremos estar listos para ayudar a los floridanos a recuperarse rápidamente después de las grandes tormentas", dice García, destacando la importancia de una respuesta rápida y efectiva.
En un almacén de 5,000 pies cuadrados en Tampa, Rebuilding Together ha estado acumulando suministros esenciales, desde lonas y linternas hasta motosierras y otras herramientas proporcionadas por su nuevo socio, ToolBank. "Estamos almacenando equipos para desplegarlos rápidamente en las áreas afectadas", dice García. La preparación también incluye acuerdos con contratistas de techos para cubrir rápidamente los techos dañados por los huracanes.
La diferencia con Rebuilding Together Tampa Bay radica en su enfoque a largo plazo.
"A diferencia de las organizaciones nacionales de ayuda que generalmente brindan asistencia temporal, nosotros estamos aquí para el largo plazo", dice García. La organización mantiene relaciones duraderas con gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales y socios corporativos, lo que les permite ser eficientes y efectivos en sus esfuerzos de recuperación.
Reconstrucción después de un huracán
García no solo se ha enfocado en la recuperación después de los huracanes. Con 25 años de experiencia en rehabilitación y modificación de viviendas, su organización ha reparado más de 1,112 hogares en el suroeste de Florida después del huracán Ian. "Nuestro objetivo es mantener a las personas en sus hogares, especialmente a aquellos que no pueden pagar reparaciones costosas", dice García.
Rebuilding Together Tampa Bay se enfoca en asistir a propietarios de bajos ingresos en 20 condados del suroeste de Florida, desde Sarasota hasta Collier, incluyendo los condados de Hillsborough, Pinellas y Pasco, entre otros.
"Hemos desarrollado relaciones e infraestructura para enfrentar los formidables desafíos que atraviesan las comunidades después de grandes tormentas", dice García. Con oficinas en Tampa, St. Petersburg, Arcadia, Fort Myers y Orlando, la organización está bien posicionada para responder rápidamente a las necesidades de la comunidad.
García enfatiza la importancia de la colaboración con socios como la Fundación Comunitaria de Tampa Bay y Home Depot, quienes aseguran el apoyo financiero necesario para estar listos cuando ocurra un desastre natural. "Tenemos acuerdos con contratistas de techos para comenzar de inmediato a cubrir los que se han dañado con lonas", dice, destacando la meticulosa preparación por la cual se caracteriza a su organización.
Manos que restauran comunidades
La historia de García es un verdadero testimonio de perseverancia. Inmigrante venezolano, llegó a Estados Unidos en 1988 para estudiar, aprender inglés y ganar algo de dinero.
"Vine como turista y decidí quedarme unos meses. Luego, tuve la oportunidad de obtener una tarjeta verde por medio de una empresa que me captó", dice. Su trayectoria profesional lo llevó a trabajar en varias ciudades, incluyendo Nueva York y Washington, antes de establecerse en Tampa con su esposa e hijos.
García recuerda cómo su carrera en el área de la vivienda asequible y el desarrollo empresarial lo prepararon para su rol actual.
"Trabajé en una organización sin fines de lucro en Washington, donde aprendí a gestionar una organización sin fines de lucro", dice. En Tampa, fue recomendado para una organización recién iniciada, donde manejó la solicitud 501(c)(3) y recaudó fondos. "Comenzamos sin escritorio ni oficina, tomando prestado los primeros bolígrafos de mis hijos", dice riendo, señalando el crecimiento de la organización bajo su liderazgo.
La organización ha demostrado ser una mano amiga en la recuperación comunitaria después de desastres naturales. "Más de 19 meses después del huracán Ian, seguimos ayudando a los propietarios a recuperarse y hacer reparaciones", dice García. La organización ha reparado 210 hogares en Hillsborough y 27 en Pinellas, con un costo promedio de alrededor de $40,000 por hogar. "Ian destruyó más de 5,000 hogares y dañó otros 30,000 en Florida, así que todavía tenemos mucho trabajo por hacer", añade.
La entidad no solo se enfoca en reparaciones físicas, sino también en la salud y seguridad de los hogares. "Nos aseguramos de que los hogares sean saludables para familias con niños y seguros para los ancianos", dice García. El enfoque integral incluye desde reparaciones de azoteas hasta la instalación de sistemas de aire acondicionado y la mejora de la accesibilidad para personas mayores.
El llamado a la acción es ahora
"Los floridanos necesitan prepararse para la temporada de huracanes ahora", advierte García, instando a la comunidad a confirmar sus zonas de evacuación, revisar sus suministros y aprovechar los días sin impuestos. "En Rebuilding Together Tampa Bay, hemos estado haciendo nuestros planes de huracanes, ampliando nuestras asociaciones y reuniendo todos nuestros suministros. Debemos asumir nuestra responsabilidad de estar listos para la temporada y ayudar a los necesitados."
García llama a la comunidad a involucrarse y apoyar los esfuerzos de Rebuilding Together Tampa Bay.
"La gente puede donar a través de nuestro sitio web y ayudarnos a reunir los suministros necesarios para este período", dice. La organización también está abierta a recibir voluntarios que deseen contribuir con su tiempo y habilidades. "Tenemos muchas herramientas listas para que los voluntarios las usen y ayuden a reparar los hogares afectados", añade.
Errores comunes
García ha observado varios errores comunes que la gente comete durante la temporada de huracanes. "El número uno es no prepararse para proteger su hogar", dice. Muchas personas no toman medidas preventivas, como comprar madera para asegurar sus puertas y ventanas. "No esperes hasta el último momento para adquirir lo que necesitas, porque luego se agota en las tiendas y podrías ser seriamente afectado."
Otro error frecuente es no tener suficientes suministros. "Compra lo que necesitas para un período hasta de seis meses, debes tener agua suficiente y alimentos enlatados", dice García. La falta de preparación también se extiende a no tener planes de evacuación claros. "Asegúrate de tener gasolina en tus vehículos y un plan de emergencia para salir, si es necesario".
También menciona la falta de comunicación con los vecinos. "Es importante conocer a tus vecinos y compartir información de contacto", dice. La solidaridad y la colaboración pueden hacer una gran diferencia durante y después de un huracán. "En tiempos de crisis, saber que puedes contar con tus vecinos es extremadamente importante, y aunque no hablen el mismo idioma, siempre hay una forma de entenderse".
García destaca la importancia de seguir las órdenes de evacuación. "Si te dicen que evacúes, hazlo sin dudar", dice. La seguridad personal siempre debe ser la prioridad número uno. "No arriesgues tu vida para proteger tus pertenencias", dice, recordando las trágicas consecuencias de ignorar las órdenes de evacuación en huracanes pasados.
Ian: Una lección aprendida
"Ian fue la experiencia más desafiante que hemos enfrentado en los últimos años", dice. Cuenta cómo muchas casas se inundaron, algunas con varios pies de agua, requiriendo la remoción de paneles de yeso y aislamiento para prevenir el crecimiento de moho. "El agua subió a niveles inesperados, afectando gravemente las viviendas", dice García.
Una de las historias más conmovedoras fue la de una anciana rescatada con un refrigerador utilizado como bote improvisado. "El agua estaba tan alta que su única opción era flotar en el refrigerador hasta que llegaran los rescatistas", dice García. Otra historia notable es la de un abuelo que, junto con sus dos nietos, se refugió en un bote durante la tormenta. "Se cortó la pierna durante el huracán, pero logró mantener a sus nietos a salvo", dice. Estas historias subrayan la severidad de los desastres naturales y la importancia de estar prevenidos.
Además de los rescates, García destaca el arduo trabajo de recuperación que siguió al huracán. "Pasamos meses eliminando moho y secando casas", dice. La prioridad era asegurar que las viviendas fueran habitables de nuevo lo antes posible. "Nos aseguramos de que al menos dos habitaciones y los baños estuvieran en condiciones para que las familias pudieran regresar a sus hogares", comenta.
García también menciona los desafíos logísticos que enfrentó su organización. "Tuvimos que coordinar con múltiples organizaciones y voluntarios para asegurar que cada casa recibiera la ayuda requerida", dice. Trabajaron con varias fundaciones y corporaciones, además de recibir apoyo de la Cruz Roja y servicios luteranos, entre otros aliados. "La colaboración fue esencial para superar los obstáculos y ayudar a tantas familias como fuera posible", dice García.
Cómo solicitar asistencia y requisitos
Para aquellos que buscan solicitar la asistencia ofrecida por Rebuilding Together Tampa Bay, el proceso es simple y accesible. "Todo se hace a través del sitio web", explica García. La organización no acepta solicitudes en papel, haciendo el proceso más fácil y asegurando que las solicitudes se manejen de manera eficiente.
Es importante notar que no se requiere de un estatus legal ni número de seguro social para solicitar asistencia. "No pedimos estatus legal, solo una identificación del propietario y comprobante de ingresos", dice García. La asistencia se basa en los ingresos del hogar, y la mayoría de los programas permiten hasta el 80% del ingreso medio del área (AMI), aunque algunos pueden ser más altos.
Además, García explica que cuando se utilizan fondos del condado o la ciudad, se podría llevar a cabo un gravamen sobre la propiedad. "Esta medida se podría colocar en los primeros cinco años para asegurar que los fondos gubernamentales no se utilicen para beneficio económico inmediato y luego las personas vendan", explica. Esto significaría que los propietarios deberían permanecer en sus hogares durante este período para que la ayuda sea perdonada.
La organización se esfuerza por educar a los solicitantes acerca de este proceso, enfatizando que el objetivo es mantener a las personas en sus hogares de manera segura y sostenible. "Queremos asegurar que las personas entiendan que no somos responsables de toda la casa, sino de crear un ambiente apto y saludable para que continúen viviendo en ella", enfatiza García.
"Estamos aquí para ayudar a todos los niveles, especialmente a aquellos que no pueden obtener ayuda de otras fuentes", dice García.
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