Por Dra Nancy Álvarez
Especial para CENTRO Tampa
Sigo cometiendo el error de ver los noticieros. Tengo que saber qué pasa en el mundo, aunque me duela la cabeza. ¿Qué cree usted que veo? Al presidente de Francia, a quien respetaba y creía un ser pensante, saludando a Maduro y diciéndole “señor presidente”; a representantes del gobierno americano hablando y reuniéndose con él. ¿Estamos locos? Creo que sí.
¿Por qué una psicóloga clínica, terapeuta familiar y sexóloga habla una vez más de política? Muy sencillo. Eso lo ven jóvenes y niños, y después nos quejamos de la falta de valores. ¿Qué le estamos enseñando a la nueva generación?
• Que negociar con narcotraficantes, criminales y ladrones está bien.
• Que el país que supuestamente representa la democracia en el mundo, da una orden de captura para “Masburro”, y después negocia con él, en vez de acabar de capturarlo.
• Que presidentes de grandes potencias como Francia socializan con narcotraficantes, criminales y ladrones.
• Que lo único importante en este mundo es el maldito dinero, los intereses de los políticos y el futuro de nuestra sociedad es cada día más oscuro.
• Que ya no existe preocupación por educar y dar el ejemplo a quienes serán los futuros padres, presidentes…
• Que todo se compra y se vende. Los valores, que son universales y existen antes de Cristo, son determinantes en la educación de los pequeños. Según vivieron el ejemplo de sus padres y de la sociedad, así se comportarán en el futuro. Esto explica muy bien el desastre de sociedad de hoy, y que va camino de ser peor.
Se nos olvidó que nuestros niños repiten lo que ven, son esponjitas que copian el comportamiento y la conducta de sus padres, maestros, etc. Y claro, también lo que ven en la sociedad. Escuchan la mal llamada música actual, que da asco y es premiada por las “instituciones”.
Tenemos que pelear por un nuevo mundo. Al menos, yo me niego a dejarle este desastre a mi hija y futuros nietos. ¿Cómo? Rechazando toda esta porquería, exigiendo cambios, no votando por políticos que aprueben estas barbaridades y haciendo el cambio con nuestro ejemplo.
Me niego a ser parte de la vagabundería que hay en el mundo. Use lo que tenga a su alcance para que se oiga la voz de los que queremos y demandamos volver a respetar a los niños, cuidar las letras de la música, ser leales, justos y honrados; no robar, no matar, no mentir, respetar a los envejecientes, luchar por un mundo mejor, más justo, donde se promueva el arte de verdad, el amor, la paz y la justicia social, entre miles de cosas más.
De no hacer los cambios necesarios, lo que nos espera es peor. Basta ya de tanto silencio, de no hacer nada. Quitémosle a los políticos, jueces y presidentes el poder que le damos al votar por ellos.
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