TAMPA — Oscar Luis Tasse siempre llevaba una foto de la familia que dejó en Cuba. Su sueño era traer a su madre y a su hermano menor para comenzar una nueva vida en Tampa.
Tasse, de 32 años, había llegado a la costa de Florida hace solo ocho meses después de un angustioso viaje por mar en un bote.
Murió temprano el 26 de febrero en un accidente en el puente Howard Frankland después de que el conductor de un sedán Ford golpeara la parte trasera de un vehículo utilitario deportivo Chevrolet, matando a Tasse, un pasajero, e hiriendo gravemente al conductor.
La Patrulla de Carreteras de Florida identificó al conductor de Ford como Alexander J. Hoffman, de 29 años, quien fue acusado de DUI, daños a la propiedad por DUI, homicidio involuntario por DUI y homicidio vehicular. En 2020, Hoffman fue arrestado por DUI en el condado de Hillsborough, según muestran los registros.
Tasse murió en el lugar. El conductor de ese vehículo sufrió heridas graves y fue hospitalizado en estado crítico.
Edgar Matos, hermanastro de la víctima, quedó desconsolado al enterarse de la muerte de Tasse.
“No lo podemos creer”, dijo Matos, de 25 años, durante una entrevista con el Tampa Bay Times desde Cuba. “Oscar fue la persona más carismática y alegre que he conocido. Era el mejor hijo y amigo del mundo. Él era mi modelo a seguir”.
En mayo pasado, Tasse y otros cinco cubanos cruzaron el Estrecho de Florida en una pequeña embarcación que zozobró antes de llegar a las costas de Golden Beach, en el condado de Miami-Dade.
Amigos en Tampa dicen que Tasse quería aprender rápido y ser parte de la comunidad. También estaba decidido a estudiar, mejorar su inglés y hacer nuevos amigos en Tampa y St. Petersburg.
Su familia en Cuba estaba muy orgullosa de sus logros y del hecho de que estaba trabajando en un par de hoteles en Tampa.
Keyler Lara, un amigo cercano de Tasse, lo describió como un ser humano amable y trabajador. Practicaba deportes, especialmente fútbol, y le gustaba ir a pescar los fines de semana.
“Él nunca dijo ‘No’ a sus amigos y familiares”, dijo Lara. “Oscar era amado por todos. Con tan solo 32 años salió de Cuba buscando un mejor futuro, un nuevo camino, para él y su familia”.
Los amigos de Tasse crearon una página de GoFundMe hace dos semanas para repatriar las cenizas de Tasse a su Cuba natal. Para el 3 de marzo por la tarde, la iniciativa había recaudado más de $9,000 de la meta de $5,000.
Edy García, uno de los organizadores, dijo que Tasse siempre tenía una sonrisa, un saludo y una broma para compartir. Dijo que a Tasse le encantaba bailar y cantar y que era “el alma de la fiesta”.
“Le quedaba mucho por hacer en esta vida, y todo se lo quitaron en una noche”, dijo García. “Él solo había estado aquí durante ocho meses. Su propósito era prosperar y trabajar sin descanso para tener a su madre y a su hermano a su lado, lo cual no pudo lograr”.
En Cuba, la familia de Tasse espera organizar una ceremonia para celebrar su vida y compromisos. Luego, sus cenizas serán esparcidas en un río de la ciudad de Baracoa, su ciudad natal, ubicada en el extremo oriental de la isla.
“Oscar nos enseñó el valor de la amistad y viviremos para agradecerle mil veces por permitirnos ser parte de su vida”, dijo Matos. “Va a ser difícil decir adiós”.